Definiciones generales

Cada artista puede trabajar en el tamaño que quiera, pero recordando que las proporciones finales en las que se imprima van a ser equivalentes a las del mazo de referencia (el Rider).

Estas proporciones son: siete centímetros por doce, margen interno blanco de tres milímetros los laterales (a derecha e izquierda) y cinco milímetros los horizontales (arriba y abajo). O siete partes por doce, y 0,3 y 0,5 de margen interno.
O sea que si quiero trabajarlo más grande me conviene irme directo a 14 cent por 24, con 6 y 10 mm de margen blanco, y así todo.

Hay que considerar que las cartas indicadas como Arcanos Menores llevan un número romano indicando el número de la carta, arriba, al centro (ver imagen de referencia), las indicadas como Cartas Reales llevan una caja de texto de un centímetro de alto por todo el ancho de la imagen en color (o sea, toda la carta MENOS el margen blanco) con el título de la carta (paje de copas, reina de bastos, rey de oros, caballero de espadas, etc.), y las indicadas como Arcanos Mayores, ambos: número romano y caja de texto.

Decimos que se debe considerar a efectos compositivos: MEJOR NO incluir en la obra el número y texto, ya que eso lo haremos los encargados de imprimir el mazo al momento de hacerlo, para darle un mínimo de coherencia estilística. Sólo se debe considerar dejar esos espacios disponibles para que se les coloque número y/o texto sin tapar algo que no quieran que se pierda.

Esto también implica que la única restricción respecto al formato reside en que lo central de la obra debe quedar dentro de un rectángulo de las proporciones indicadas. Si además le quieren dar forma de móvil colgante o estrella de cinco puntas, no hay problema. Pero al momento de imprimir el mazo, este debe ser uniforme, así que se recortará de la imagen lo que no esté en el rectángulo de siete partes por doce.

Conviene que nos manden dos copias digitales, una en cmyk (cian - magenta - yellow - no me acuerdo) para imprimir y otra en rgb (red - green - blue) para subir al blog - galería, en caso de que les interese. Ambas a 300 dpi o la máxima resolución posible, por favor.

Dado que entre las posibilidades figura el realizar exposiciones, conviene también concretar las obras en un tamaño adecuado tanto a la reducción al tamaño carta como a la exposición.

Por último: recordemos que lo único inamovible son los atributos de la carta: el número y el palo o los elementos del palo.
Si en vez de bastones uno quiere dibujar fuego, o en vez de espadas viento, está bien porque son las equivalencias simbólicas tradicionales (que se van a indicar en cada caso, claro, para que las tengan a disposición).
Después de eso, cada carta tiene un significado tradicional que puede ser reinterpretado a (buena) voluntad: si el significado tradicional de El Loco, por decir algo, es la inocencia, la alegría de vivir y la despreocupación del peligro y el artista no quiere hacer al muchachito que camina cerca del precipicio, sino otra cosa que le signifique todo eso junto, pues vale.
Mientras realmente crea que estás representando lo que entiendes por una figura inocente, alegre y despreocupada del peligro.

Otro ejemplo: el Nueve de Espadas es una carta que habla específicamente de la angustia producida por problemas irresolubles que atan a la persona a un ciclo inacabable de pensamientos torturantes.
La persona que elija esta carta para realizar puede representar dicha situación del modo que quiera, pero si la obra final muestra un pato tomando mate al sol, no vale, por más que el artista diga que a él, esa imagen lo angustia mucho.
Cada carta tiene algunos elementos tradicionales que conviene utilizar, más que nada por una cuestión de aprovechar el consenso previo, los códigos establecidos. Pero no son obligatorios, mientras no se usen elementos cruzados. Por ejemplo: representar la carta "nueve de espadas", y no poner ninguna espada y si poner en la escena ocho copas, que son elementos que corresponderían, justamente, a la carta "ocho de copas".