Va a ser así:
a las 15:00 horas va a venir Cecile Perret, y las cartas le van a decir que va a vivir muchos años, que no coma fritos en agosto y que alguien le echó mal de ojo.
a las 16:00 horas, Lulú Martinez va a enterarse de que hay un hombre en su pasado, y que le echaron mal de ojo.
a las 17:00, voy a vaticinar a Ligia Berg una vida gloriosa y una muerte épica.
Porque alguien en algún momento le echó mal de ojo.
a las 18:00, Sabrina Amante va a saber que hay una figura en su futuro y, según cómo me caiga, si le echaron mal de ojo o no.
a las 19:00, Mr Oveja (carácter perdido de la película Perros de la Calle al no ponerse de acuerdo Tarantino y el productor sobre si existe o no el color oveja, tras una larga discusión sobre los colores salmón y durazno) será avisado por el destino de que alguien le echó mal de ojo. Sin consecuencias apreciables.
Finalmente a las 20:00, la Sra. Gato puede o no llegar, de lo que dependerá que la fortuna toque a su puerta, la cantidad de hijos que pueda llegar a tener, y que le hayan echado o no mal de ojo.
Muy probablemente antes de fin de año estemos haciendo la última entrega de cartas y luego nos retiremos a nuestra cueva a regodearnos en nuestras riquezas algunos meses, hasta empezar a preguntarnos de vuelta "¿y ahora qué?".
Después, veremos.
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